Clivia

Clivia miniata



Clivia
Foto de Clivia -


Esta planta es de las que se les suele calificar como "agradecida". Su cultivo es muy sencillo y vive bastantes años, multiplicándose con facilidad.

Se puede tener en macetas dentro de casa, en un patio, en el porche o bien, plantarla directamente en la tierra del jardín; eso sí, en climas cálidos que es donde puede superar el frío del invierno. Por ejemplo, en la Costa Mediterránea vive bien todo el año en el exterior.

Precaución con su bulbo y raíces porque son partes tóxicas. No se recomienda plantarla junto a hortalizas comestibles. Tampoco hay que dejarla al alcance de niños y ni de animales domésticos, aunque tampoco hay que exagerar con este tema.

Es fundamental para que vuelva a florecer cada año es que pase un descanso anual invernal sin riego y con temperatura más fresca, sin calefacción.

LUZ

Dentro de casa, si dispone de abundante luz, mucho mejor, pero puede florecer en habitaciones orientadas al norte.

En el jardín no tolera el sol directo, especialmente en verano (se "quema" y decolora). Planta a la sombra, por ejemplo, junto a helechos y otras especies de umbría.

TEMPERATURA

Durante su descanso invernal si está en interior, que sea fresco, sin calefacción.

Fuera, no soporta las heladas. Pierde sus hojas a -2ºC, pero resiste hasta -7ºC, rebrotando en primavera.

HUMEDAD AMBIENTAL

No es exigente en humedad ambiental, pero también le gusta. Agradece que le laven las hojas.

RIEGO

En general, es planta de poco riego. Dispone de hojas y raíces carnosas que acumulan agua.

Ojo, que se pudren las raíces por regar más de la cuenta. Comprueba que no esté obstruído el agujero de drenaje de la maceta o, si está en tierra, mejora o evita plantar en suelos muy arcillosos.

Para que vuelva a florecer año tras año, necesita pasar un período de reposo en invierno. Es decir, durante estos meses, debes mantener la Clivia en un lugar fresco (sin calefacción, entre 8 y 15ºC) y prácticamente sin riego. En febrero- marzo, cuando salga la vara floral, da por concluido el reposo y vuelve a regarla de forma gradual hasta el verano, que ya sí necesita más agua. A partir de otoño disminuye el riego hasta suspender en invierno e iniciar otro reposo.

ABONO

En maceta, abona cada 15 días desde marzo a septiembre con un poco de fertilizante líquido disuelto en la regadera. Usa una abono completo que incluya microelementos como el hierro.

CAMBIO DE MACETA

El cambio a una maceta de mayor tamaño no es necesario hacerlo cada año, sino cada 2, 3 ó 4 años. Conviene que tenga las raíces comprimidas, ajustadas a la maceta, a diferencia de la mayoría de plantas; así florecerá mejor. Además, conseguirás en una misma maceta más cantidad de flores a la vez.

De todas maneras, sustituye cada año los centímetros superficiales del compost por otro fresco.

Cuando la trasplantes, hazlo después de la floración.

Corta la flor cuando se seque para que no se forme el fruto y consuma las reservas del bulbo. Si ocurriera ésto, el próximo año la floración sería más pobre.

PROBLEMAS

¿Hojas amarillas, resecas o descoloridas?

Golpe de sol, especialmente en verano. Retira de los rayos solares y aumenta la humedad ambiental.

Otra causa de amarilleamiento es la carencia de nutrientes minerales.

¿Hojas acartonadas y sin brillo?

Falta de riego.

¿Base del tallo podrida?

Exceso de riego. Suspende hasta que se recupere.

¿Pocas y pequeñas flores?

- No ha tenido descanso invernal

- Puede que necesite abono.

- Quizás la moviste de sitio y eso puede hacer que no florezca.

Plagas y enfermedades

- La plaga más frecuente es la Cochinilla algodonosa (Pseudococcus citri), que suele atacar a la base de las hojas. Quítalas con un algodón impregnado en alcohol metílico o realizar tratamientos a base de malation o dimetoato.

- Los pulgones también pueden aparecer.

- Por último, hongos como Colletotrichum spp. o Ascochyta spp. producen manchas marrones en las hojas y se combaten eficazmente con oxicloruro de cobre, zineb o captan.

PROPAGACIÓN

Puede realizarse de tres formas:

1. Por rebrotes de unos 4 cm.

Es lo más práctico y rápido, separar con un cuchillo afilado los hijuelos que salen del pie de la planta madre a principios de la primavera, una vez terminada la floración.

2. Por esquejes de raíz.

3. Por semillas.

Los productores usan este método, pero a nivel de aficionado tiene el gran inconveniente de los años que hay que esperar para que empiece a florecer (3 años). De todas maneras, se hace así:

Una vez recolectadas las semillas de las plantas maduras, debe transcurrir un periodo de 9 meses para su maduración. Cuando están maduras, se deben sembrar rápidamente , ya que el poder germinativo disminuye rápidamente a partir de los 2 meses.

La siembra se realiza en bandejas de alveolos o en macetas pequeñas de 6-7 cm, con turba y arena mitad y mitad. Se cubren ligeramente las semillas y se coloca un cristal sobre la bandeja para mantener la humedad. Requiere una temperatura en el sustrato de unos 20 ºC. La germinación se produce al mes o mes y medio.

A los 12-15 meses de la siembra se trasplantan a macetas de 10 cm y a los 24-28 meses otro trasplante a macetas de 14 cm.

Más información en 2 fichas adicionales:

Clivia (1)

Clivia (2)




Más información en el Archivo:


  1. Clivias


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